18 ene 2012

Zhan zhuang: espíritu interior

El siguiente texto es una artículo denominado
Zhan zhuang: Spirit within”  escrito por Victoria Windholtz y aparecido originalmente en la revista "The Tai Chi Union for Great Britain" – Número 23, invierno 2006.
Marcela Thesz, crea una recopilación del Blog "Taichi del Parque" y ahí presenta la traducción que compartimos, la dirección del Blog es la siguiente:  
http://taichidelparque.blogspot.com/


Espero que disfruten  el trabajo de la Maestra Windholtz




Abrazo del árbol: el espíritu interior
Por Victoria Windholtz

El nombre original en chino de las posturas de qi gong del abrazo del árbol es “zhan zhuang”. Zhan significa
“pararse quieto”, Zhuang significa “raíces / pilares”.
El abrazo del árbol es una antigua técnica que combina meditación, arte marcial y medicina tradicional
china. Sus orígenes son remotos. Una de las primeras referencias sobre este tipo de ejercicios se encuentra
en los “Clásicos de medicina china del Emperador Amarillo”, 2600 AC, que representa uno de los libros más
antiguos sobre el tema.
Esta postura, practicada y transmitida secretamente en los círculos marciales de China, fue mostrada al
público recién a principios del siglo XX. Wang Xiang Zhai, un famoso maestro marcial de la época, hizo de la
técnica del abrazo del árbol la base fundamental de una nueva disciplina llamada “I Chuang". Solía decir “la
inmovilidad es la madre de todas las técnicas”.
Actualmente esta técnica es cada vez más estudiada por los adeptos a las artes marciales internas,
incluyendo el tai chi chuan. Sus aplicaciones son variadas y constituye una clave importante para los
principiantes y también estudiantes avanzados de cualquier estilo, el camino para la continua nutrición y
desarrollo de toda práctica.

La comparación con el Yoga
Yoga significa en sánscrito “unidad”, unidad de espíritu con la verdad universal. Yoga sugiere la unión del
conocimiento, acción y devoción en busca de la unidad, el espíritu universal.
La inmovilidad externa del abrazo del árbol y su parangón con las asanas o posturas del yoga llevan a que
la técnica sea llamada “el yoga chino”. El objetivo final es lograr también la unidad del ser humano,
encontrándose éste en perfecto equilibrio con las fuerzas universales de la tierra y el cielo.
La medicina china explica que cuando una parte del cuerpo se encuentra enferma, la energía de nuestro
cuerpo está desequilibrada. Todo está relacionado, mente, cuerpo y emociones. Una disciplina
completamente energética como el abrazo del árbol ayuda a disolver tensiones y progresivamente
alcanzar un mejor acondicionamiento físico, externamente hablando; y una mejor moral, una mayor
atención interna y vigor para la vida diaria, refiriéndonos a lo interno.
Esta técnica, al igual que las asanas de yoga, es también una forma de meditación. Al mantener nuestra
consciencia en el dantien inferior (3 dedos por debajo del ombligo) y relajando las tensiones físicas, un
estado de paz interior y felicidad aparece.

Un camino hacia la libertad
Esta hermosa práctica también es un camino, una inspiración espiritual.
Los antiguos maestros chinos requerían a sus discípulos endurecer su fiereza para poder lograr el verdadero
“kung fu” (maestría) en las artes marciales. Además un practicante serio continuamente debe superarse y
mostrar su coraje y determinación por continuar el aprendizaje.
Estos conceptos se aplican de manera natural al abrazo del árbol: la práctica continua y el desafío personal
en busca de niveles físicos, mentales y espirituales más elevados. Con tiempo y dedicación los estudiantes
se convierten en maestros de su propia práctica.
El abrazo del árbol es un estilo sin estilo, una técnica única de conocimiento y desarrollo personal, y su
simplicidad y profundidad marcan el camino hacia la libertad verdadera.
Como seres humanos debemos poder lograr cuatros posiciones básicas: estar parados, sentados, acostados y
caminando. Sin embargo, la mayoría de nosotros, llevados por el sedentarismo y las grandes ocupaciones
diarias, no prestamos especial atención a estas cuatros posiciones.
Las malas posturas simplemente se convierten en hábitos y como resultado, persistentes dolores de espalda y
síntomas como la fatiga crónica aparecen. No es necesario demostrar que las posiciones que adopta el cuerpo
tienen directa incidencia con nuestro estado emocional.
Las técnicas del abrazo del árbol proponen desarmar todos estos malos hábitos para volver a posturas más
saludables y naturales, sin vicios. Con el tiempo, los principios estructurales del abrazo del árbol se llevan a
la cotidianidad, progresivamente mejorando la posición del cuerpo, generando bienestar físico y tranquilidad
mental.

Principios de la práctica
Idealmente se debería practicar a diario. Tres o cuatro veces por semana también traen buenos resultados.
En cualquier caso es preferible practicar un poquito cada día que realizar largas sesiones cada tanto.
También es posible practicar sentados o acostados. Estas técnicas están indicadas para personas con
discapacidades físicas principalmente, pero pueden practicarse cuando uno se encuentra muy cansado, por
ejemplo.
Cuando se comienza con la práctica es importante recordar dos cosas: primero, relajar todo el cuerpo;
segundo, ajustar la postura constantemente. Mantenerse focalizado en estos principios pero sin obsesionarse
es importante. Es normal tener pensamientos que van y vienen. No hay que tratar de controlarlos o hacerlos
desaparecer, simplemente observarlos y dejarlos pasar.
El principio de relajación no debe interpretarse como un estado sedativo. Tradicionalmente se dice “por
fuera, quieto como un Buda, por dentro, atento como un tigre a punto de atacar”. Focalizar la atención
en el cuerpo progresivamente nos llevará a mantenernos alertas y tranquilos al mismo tiempo y a su vez,
progresivamente, a desarrollar sensitividad para darnos cuenta nosotros mismos de los bloqueos propios.
“Escuchar la lluvia en la espalda”. A través de la práctica uno se vuelve consciente de las cuatro direcciones
y las cuatro esquinas. Mantener la atención sólo en el frente causará que la energía suba, como resultado
será difícil mantenerse quieto y concentrado. Entones, es recomendable sentir el atrás, para lograr que la
energía baje al dantien inferior.
En esta práctica la mente y el cuerpo trabajan como un todo. Es más importante la calidad que la cantidad.
Diez minutos de práctica responsables son más valiosos que dos horas de posturas vacías.

Buscando un buen guía
Cuando uno comienza a aprender el abrazo del árbol, es importante contar con un buen guía, nos previene de
cometer errores que luego retardan el desarrollo de la práctica. Las necesidades de un principiante son
diferentes a las de un estudiante avanzado. Cada uno de ellos posee diferentes objetivos que un instructor
calificado debe poder ayudar a alcanzar, corrigiendo las malas posturas de acuerdo a la experiencia personal
de cada alumno.

Las conexiones básicas del cuerpo deben realizarse en las primeras sesiones para evitar los malos hábitos. Sin
embargo, las correcciones deben ser progresivas. En primer lugar, el cuerpo del principiante no puede
interpretar la energía que surge de las posturas correctas. Por otro lado, las posturas son resultados de
experiencias psicosomáticas que deben corregirse gentilmente, respetando la evolución del alumno y sus
propias sensaciones en el cuerpo.
El abrazo del árbol es un proceso que se realiza paso a paso, no existen atajos para la práctica. La
perseverancia y la paciencia son la clave.

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